¿Por qué es importante la flora intestinal o microbiota?
Vivimos rodeados de microorganismos y desde siempre el ser humano ha convivido con ellos. Encontramos microorganismos en nuestra piel, en el aparato digestivo y aparato genitourinairo.
Hablar de flora intestinal o microbiota es hablar de un órgano más, que tiene funciones propias y que se relaciona con el resto de nuestro organismo. El cuerpo humano tiene 100 billones de microorganismos en el aparato digestivo, una cifra diez veces más alta que el número de células humanas. Se calcula que la flora intestinal de nuestro aparato digestivo pesa aproximadamente un kilo. La mayoría de estos microorganismos son bacterias, pertenecientes a más de 400 especies distintas, entre las que predominan las llamadas “bacterias buenas” comoLactobacillus y Bifidobacterium.
La cantidad y composición de la flora intestinal varía según el tramo del aparato digestivo: en el estómago es donde encontramos menor número de bacterias debido al pH ácido del estómago y a medida que vamos pasando por el intestino van aumentando hasta llegar al colón o intestino grueso que es dónde se concentra el mayor número de bacterias.
La flora intestinal no la tenemos incorporada cuando nacemos, sino que la adquirimos. Primero el intestino es colonizado por las bacterias que le transfiera la madre al bebé a través del canal del parto, el medio ambiente y la lactancia materna, y posteriormente la flora intestinal continúa desarrollándose a través de la ingesta de alimentos, del contacto con el exterior, de los hábitos higiénicos, etc. Por lo tanto, cada individuo tiene una composición única (como si de una huella dactilar se tratara) y su desarrollo equilibrado es primordial para nuestro bienestar general y salud.
La cantidad de esta microflora intestinal fluctúa a lo largo de toda la vida y dependerá de la alimentación, el estrés, los cambios hormonales, determinadas enfermedades, del uso de antibióticos y otros medicamentos.
Las funciones de la flora intestinal son muchas:
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